Tienes un porro demasiado corto y para encendértelo te quemas la nariz. Una opción es aguantarlo con la mano y con la otra prenderle fuego. Pero así hay veces que se enciende por trozos y acabas desaprovechando parte del peta o malgastando gas.
El truco es muy sencillo, haz como si fueras a encendértelo en la boca pero gira la cabeza un poco hacia el lado para que tu nariz no esté encima de la llama, así el calor del fuego no te quemará los pelos de la nariz.
Me voy a cagar en tu puta madre, cabrines de mierda.